Un pavimento flexible está conformado básicamente por una capa asfáltica apoyada sobre capas compuestas por materiales granulares no tratados o ligados, los cuales a la vez se apoyan sobre la subrasante o terreno natural de cimentación.
Dentro del pavimento, la capa asfáltica tiene como función principal ayudar a soportar los esfuerzos que transmiten las cargas vehiculares, y distribuir dichos esfuerzos a la sub rasante en magnitudes que sean tolerables por esta. Así mismo, impermeabiliza el pavimento y debe proveer una superficie adecuada para que los usuarios del parque automotor circulen sobre ella de manera segura y confortable.