SINOPSIS
Esta cuestión, que resulta evidente para la mayoría de los profesionales de la educación en museos es, sin embargo, mucho más compleja desde posiciones curatoriales y de gestión institucional. Si bien enunciar el valor pedagógico de las prácticas artísticas genera gran consenso entre todos los agentes del arte, su aterrizaje discursivo y su concreción a nivel formal, organizativo y de procedimientos conlleva muchas diferencias y matices. Bajo la premisa de esta heterogeneidad y su riqueza, este volumen recoge una serie de textos que analizan el llamado comisariado pedagógico, una aproximación a la práctica curatorial que se formula desde el potencial educativo de la exposición y que pretende activar el diálogo con los públicos en distintos momentos del proceso expositivo siendo este un itinerario que no comienza ni termina necesariamente en la exposición.