En este caso, aunque es verdad que se han simplificado las formas y se han diversificado los medios, la importancia del buen uso de la palabra sigue siendo la misma que en cualquier otra época. Sin embargo, también es cierto que ahora se le dedica menos atención al método y a los conocimientos necesarios para ejecutar bien esta tarea, lo cual afecta a muchos que precisan perfeccionar sus habilidades oratorias.