La Educación Infantil constituye uno de los pilares de la formación individual para el aprendizaje a lo largo de la vida. Dentro de esta etapa, la Educación Musical y la Expresión Corporal nutren el desarrollo del niño y la niña en muchas esferas. Tanto la música como el movimiento corporal permiten el autoconocimiento, la autoexpresión y la comunicación con el otro. El poder del sonido, del ritmo y de la autoexpresión a través del lenguaje corporal promueven la sensibilidad, la creatividad, la autoestima, la inteligencia y la empatía, elementos nucleares en el desarrollo personal y social.