Desde la década de los setenta del pasado siglo XX, los mercados financieros han experimentado cambios revolucionarios que han subrayado la importancia y necesidad de contar con adecuados sistemas de control y gestión del riesgo para las entidades que en ellos operan. Pero es en los últimos años cuando los cambios en el entorno, derivados de la globalización, liberación y desregulación de los mercados, han hecho más evidente dicha necesidad. La gestión moderna del riesgo, en particular, la del riesgo de mercado, precisa de la identificación de las fuentes de riesgo, de su cuantificación y del