En los últimos años, en el ámbito de la psicología clínica se está produciendo un notable aumento de la conciencia pública respecto a los derechos de los usuarios, exigiéndose cada vez más una práctica profesional de calidad en la que confluya un comportamiento ético y una actuación eficiente. Sin embargo, no se ha producido un desarrollo paralelo de normas y directrices que orienten a los psicólogos en su práctica profesional y tampoco en los actuales planes de estudio de la licenciatura de Psicología se han abordado estos temas con la suficiente profundidad.