Los medios de comunicación no son ajenos a esta revolución digital, que afecta directamente a la función mediadora clásica entre realidad y opinión pública. El uso de buscadores y redes sociales se ha generalizado y con ello los algoritmos de inteligencia artificial y de aprendizaje automático que se emplean en la mayoría de las plataformas digitales para rastrear las preferencias de los usuarios y para personalizar los contenidos.