Las teorías neoclásicas han pretendido explicar el crecimiento de las economías capitalistas desde unas premisas estáticas y referidas a decisiones individuales, mientras que los procesos reales son agregados, dinámicos y cíclicos. Así pues, el análisis de la intra-historia neoclásica permite poner de manifiesto su irrelevancia para explicar los principales fenómenos que caracterizan el comportamiento real de las economías.