SINOPSIS
Existe una alta especialización en todos los sectores y se ha instaurado la máxima de que, para ser eficiente, el trabajo tiene que ser autónomo, desarrollarse en paralelo y funcionar de manera simultánea. Sin duda, la segmentación del trabajo permitió optimizar infinidad de procesos en el pasado. Pero hoy, en un mundo interconectado y dinámico, se hace difícil mantener esas lógicas estancas.