La investigación pone de manifiesto que trabajar con padres y cuidadores es esencial si vamos a apoyar la salud mental de niños y jóvenes. Pero ¿cómo deberíamos trabajar con ellos? ¿Y cómo tenemos que abordar el trabajo cuando tratamos con los padres de un niño pequeño en comparación con, digamos, un adolescente?